Volantino

¿Alguna vez os habéis preguntado cuánto peso pueden tener vuestras elecciones alimenticias sobre la salud del planeta? Esta es una pregunta importante que todos debemos hacernos: de hecho, el planeta en el que vivimos necesita nuestros cuidados y, también a través de la alimentación, podemos dar un pequeño paso que, junto con el de millones de personas, ¡puede conseguir un gran logro! La producción de alimentos y, en consecuencia, la frecuencia con la que los compramos y los comemos dejan una huella, una huella real en el planeta. Para reducir esta huella podemos seguir las reglas de la Dieta Mediterránea, cambiando la frecuencia con la que ingerimos algunos alimentos respecto a otros. La producción de alimentos de origen vegetal, incluidos los cereales, a igual cantidad de alimentos producidos, deja una huella ambiental menor que la producción animal. Los cereales, al ser un alimento básico en nuestra alimentación, se producen en grandes cantidades. Esto significa que, en términos absolutos, la huella ambiental que dejan los cereales es relevante para la salud del planeta en el que vivimos. Por lo tanto, ¡es importante adoptar prácticas agronómicas correctas destinadas a limitar la huella ambiental de estas producciones! ¿De qué manera? Por ejemplo, prestando atención a las especies y variedades de cultivos que son más resistentes a las plagas o que necesitan menos agua y practicar la rotación de cultivos: estas son estrategias ganadoras, no solo para reducir los impactos ambientales, sino también para mejorar la producción y la calidad de los cereales. CEREALES Y MEDIO AMBIENTE utilizado puede potenciar las propiedades aromáticas del alimento. Cuando hablamos de cereales , el proceso de cocción juega un papel clave ya que el calor cambia y define inequívocamente el aroma del propio cereal: pensemos, por ejemplo, en el pan horneado, el grano de maíz que se convierte en palomitas o simplemente el arroz hervido. Antes de la cocción, la avena tiene aromas herbáceos, afrutados y de malta; cuando se cuece en agua hirviendo, el perfil aromático se enriquece con otros compuestos que le dan un toque de avellana y frutos secos. ¿Por qué se utiliza la cocción al vapor para las verduras ? En comparación con el hervido clásico, el vapor cuece delicadamente los guisantes y las zanahorias sin que se dispersen las moléculas aromáticas, lo que permite la combinación perfecta con la avena, con la que nuestras verduras comparten una media del 60 % de los aromas. La fresa puede parecer una simple decoración, pero en realidad juega un papel mucho más importante. La combinación fresa-lácteos es muy habitual en nuestras mesas especialmente al final de la comida: tarta de queso, batidos, helados, etc. En nuestra receta, la fresa juega el papel de ingrediente «puente» ( food bridging ) que permite que la avena, las verduras y el queso coexistan con éxito. Por último, el queso aporta el sabor fuerte que completa el plato. EL FELIZ UNIVERSO DE LOS CEREALES APRENDIENDO A COMER BIEN 83

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